Un equipo de científicos de la Universidad de Mie, en el centro de Japón, desarrolló un material ligero, duradero y resistente al fuego hecho a partir de células vegetales y resina que podría emplearse en la fabricación de partes de autos, trenes y aviones. Para ello se estudiaron las funciones de la lignina, un polímero orgánico que se encuentra en las paredes de las células de las plantas y nanofibras de celulosa. Este material es un producto residual de la industria papelera que suele ser quemado.
Con este recurso como elemento base, el grupo desarrolló un compuesto de nanocelulosa de fenol lignina (LNCC, por sus siglas en inglés), que integra completamente las nanofibras de celulosa dentro de la resina, explicó el profesor Masamitsu Funaoka, responsable del equipo. Además “todas las plantas terrestres pueden utilizarse para producir el compuesto”, aseguró Funaoka.
Sin embargo, los investigadores tienen un reto por delante para lograr la comercialización del material, ya que la integración de estas nanofibras de celulosa solubles en agua con resina insoluble, es un proceso complicado. Actualmente los científicos investigan métodos que generen una producción en masa del material que posibilite su comercialización.
Fuente: Ambiente Plásticos