Nadie puede negar que el 2020 fue un año que sorprendió al mundo entero. Pasamos de poder hacer y deshacer sin restricciones (dentro de los marcos legales y éticos) a vivir sujetos a normas para convivir, de la mejor manera posible, con el COVID-19.
En todos los ámbitos hubo que realizar adaptaciones que nos permitieran seguir adelante a pesar de la situación de pandemia; en lo personal, con los amigos, la familia y el entorno laboral. Todos los ajustes fueron importantes, en cualquiera de los sectores.
Nosotros, como empresa fabricante de insumos de necesidad para el rubro alimenticio, lácteo y frigorífico, a diferencia de otras empresas, seguimos trabajando, dispuestos a cubrir la demanda y necesidad del sector. Para ello reforzamos nuestros protocolos de higiene e implementamos cambios edilicios que permitieran disminuir las posibilidades de contagio.
En el 2020 cumplimos de manera efectiva despachando nuestros productos con la misma calidad de siempre.
Esta pandemia nos hizo ver que tenemos un equipo comprometido y con la debida cintura para adaptarse de manera positiva a los cambios necesarios para la situación actual. Nos reconforta el nivel de responsabilidad de cada uno de ellos y también de nuestros clientes, poniendo por sobre todo la prevención como eje al momento de interactuar.
El balance del año esta vez estuvo orientado a un análisis profundo de las acciones tomadas para realizar los ajustes allí donde sea necesario.
Enero y febrero fueron los meses en que nos dedicamos a realizar los ajustes que vimos como necesarios.
Seguir brindando el mejor producto, con la mejor calidad es nuestro objetivo. Pero también llevar también tranquilidad a nuestros clientes y amigos que, mientras esta situación dure, estamos comprometidos con las normas y la prevención para que este virus no sea un obstáculo en el desarrollo de nuestras actividades.
Trabajando todos juntos, pero separados.
Fuente: Editorial Plasti-Cont