Mercado global de materias primas: estrés en las cadenas de suministro

La pandemia generó un impulso para reajustar las cadenas de suministro, la resiliencia y la sostenibilidad de la proveeduría de materias primas en la Industria del Plástico, sector clave para la recuperación de la economía mundial.

A pesar de que su producción global cayó 0.3% en el año 2020, hubo sectores que crecieron, como el de los envases. Sin embargo, hay que confrontar ciertos desafíos, como: fomentar una mejor opinión pública, asegurar un flujo de materiales primordiales que provienen de un grupo relativamente limitado de países y, aprovechar el desarrollo de nuevas tecnologías para obtener el máximo beneficio.

Estrés en las cadenas de suministro

Además de la pandemia de COVID-19, se sumaron a la crisis una serie de eventos complicados, como las guerras comerciales, el proteccionismo global, el cambio climático (huracanes y heladas) que provocaron que las cadenas mundiales de suministro de productos químicos y plásticos se sometieran a un brutal estrés, aparte de las restricciones en las fronteras, las prohibiciones de viajes y los cierres de plantas de fabricación.

Todo este calamitoso entorno exhibió los puntos débiles en muchas cadenas de valor, lo que propició interrupciones, escasez de muchas materias primas y, en consecuencia, una escalada de precios en servicios logísticos y resinas que de cara al inicio de un nuevo año todavía estamos enfrentando. De hecho, aún no se asoma una solución a corto plazo, y seguiremos observando cierres en las fronteras y disrupciones causadas por la pandemia. En ese sentido, se teme una quinta o sexta oleada de COVID-19, según anticipan los expertos.

Esta situación es aún más evidente en China, país que domina no nada más el suministro mundial de ingredientes farmacéuticos activos (API), sino también muchas de las materias primas químicas, incluyendo plásticos y sus aditivos, además de un sinfín de componentes electrónicos que están afectando a todos los sectores de consumo.

Para entender este fenómeno, hay que hacer un análisis retrospectivo. Recordemos que, al inicio del confinamiento obligatorio, la industria enfrentó en todo el orbe situaciones de exceso de oferta de materias primas básicas, ya que la demanda de productos químicos, como los combustibles, cayó hasta un 30% debido a que se suspendieron vuelos y bajó la demanda de partes en los sectores automotriz, transporte y productos de consumo en general. Ante estos acontecimientos, muchas plantas productoras de artículos “no esenciales” se vieron obligadas a parar, lo que afectó la producción de químicos básicos.

Asimismo, la cadena logística se vio gravemente impactada, a pesar de la solidez ganada con ayuda de la tecnología (que ya existía antes de la pandemia). Por lo menos, en los últimos dos años de contingencia sanitaria, ha sido sinónimo de retraso tras retraso y de altos costos. También preocupa el aumento dramático de los fletes marítimos. La compañía que requiere con urgencia un contenedor hoy debe pagar precios inéditos, altísimos. Y ya ni hablar del inesperado bloqueo que hubo en el Canal de Suez.

Esta serie de circunstancias desafortunadas se hizo palpable en la Industria del Plástico desde principios del año 2021, cuando se presentó una gran escasez en el abasto de resinas importadas y de Poliolefinas en general, así como de petroquímicos básicos como el P-XilenoButadieno, Acrilonitrilo y Propileno, debido a los paros de las plantas en Texas por tormentas invernales. Los inventarios aún no se recuperaban en ese momento. Cabe recordar que la región fue azotada por dos huracanes a finales del año 2020.

Según reportes de IHS Markit, alrededor del 65% de la capacidad de Propileno de Estados Unidos, se cerró de golpe. El mercado en esa nación ya estaba ajustado en extremo con un inventario bajo récord y los precios al contado aumentaron en un máximo histórico de 2.16 usd/Kg (0.98 usd/lb). A finales de febrero, después de la tormenta invernal Uri, los precios establecieron un récord más, de 2.75 usd/kg (1.25 usd/lb).

Fue entonces cuando las refinerías, incluidas CITGO Corpus Christi, Motiva Corpus Christi y los sitios de Beaumont y Baytown de ExxonMobil, reiniciaron actividades. IHS Markit también publicó que alrededor del 73% de toda la capacidad de Polietileno (PE) y el 84% de la capacidad de Polipropileno (PP) de Estados Unidos quedó fuera de línea a raíz de estos fenómenos meteorológicos, situación que afectó obviamente la disponibilidad y los precios. De hecho, muchos productores anunciaron contingencia de fuerza mayor, incluidos CPChem, Formosa, Ineos, LyondellBasell y ExxonMobil para Polietileno; y LyondellBasell, Braskem, ExxonMobil, Total, Ineos, Flint Hills Resources y Formosa para Polipropileno.

Diversificar oferta para lograr resiliencia y sostenibilidad

El COVID-19 bien podría llevar a la industria de producción de plásticos a repensar su modelo de cadena de suministro global para amortiguar en el futuro los impactos mencionados. En los círculos políticos, hay crecientes llamados a reequilibrar las cadenas de suministro e incrementar la producción nacional, no solo de materias primas, sino también de partes e insumos para todos los sectores de consumo, razón por la que decidimos titular: “Materias primas: El nuevo orden local”, a este análisis de la industria.

Y sobran los ejemplos: en septiembre la Comisión Europea esbozó un plan de acción para reducir la dependencia de las materias primas esenciales que tiene Europa de los «terceros países» (los que están fuera de la UE) e, inclusive, agregó por primera vez al litio a su lista. En general, sugieren la diversificación del suministro de terceros países y el desarrollo de capacidad propia para la extracción, el procesamiento, el reciclado, la refinación y la separación de tierras raras para alcanzar resiliencia y sostenibilidad.

Antes de concluir su mandato, Donald Trump, firmó en Estados Unidos una orden ejecutiva para expandir y fortalecer la capacidad nacional de minería y procesamiento de minerales críticos …además de promover el crecimiento de la industria petroquímica.

Según el informe de tendencias químicas 2020 de la consultora Pricewaterhouse Coopers (PwC), las empresas tendrán que repensar sus cadenas de suministro integradas globales y desarrollar ecosistemas más ágiles y regionales, lo que significa reubicar al menos parte de la creación de valor en el hemisferio occidental: «El futuro requerirá menos inversiones respaldadas por activos y más nuevos productos y servicios orientados a las cadenas de valor habilitadas digitalmente», pronostica PwC.

De acuerdo con el reporte: “2021 GLOBAL TRENDS”, publicado por la Asociación de la Industria del Plástico de Estados Unidos, México es el principal destino de las exportaciones de resinas plásticas de Estados Unidos, y gracias a los crecientes suministros de materias primas de bajo costo no convencionales, como el gas de esquisto, los productores gozan de una ventaja de costos sobre la mayoría de los productores extranjeros.

El consumo aparente de resinas del vecino del norte aumentó el 1.2%, en términos de valor, pasando de 61.7 MMUSD en 2019 a 62.4 MMUSD en 2020, a pesar de que los precios bajaron en promedio un 3.4%, medido por el Índice de Precios al Productor. En términos de volumen en toneladas el consumo aumentó un 4.6%, lo que sugiere el incremento de la producción local.

Tras la contingencia sanitaria y la entrada en vigor del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, T-MEC (el 1 de julio de 2020), las reglas para enviar vehículos y electrodomésticos a los países de Norteamérica cambiaron, y uno de los grandes desafíos que enfrentamos ahora en la región de América del Norte, es el incremento en el Valor de Contenido Regional (VCR), es decir, un porcentaje que indica en qué medida una mercancía ha sido producida en la región del tratado. Por ejemplo, en el sector automotriz, el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) solicitaba 62.5% en la fabricación de vehículos, mientras el T-MEC eleva dicho contenido a 66%, incrementándose cada año de manera gradual, hasta llegar a 75%. En otros sectores sucede prácticamente lo mismo. La industria de transformación local puede aprovechar las oportunidades implícitas convirtiéndose en proveedor calificado.

Ver toda la nota en Ambiente Plástico