Un equipo internacional de investigadores dirigido por el Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico ( PNNL) del Departamento de Energía estadounidense ha desarrollado un nuevo método para convertir desechos plásticos de baja densidad en combustible y materias primas. Esta solución, explican, podría cerrar el ciclo del carbono.
El equipo publicó los resultados de su descubrimiento en el número de febrero de la revista Science.
Baja temperatura y control de reacción
Por lo general, reciclar plásticos requiere «romper» o separar los enlaces resistentes y estables que también los hacen tan persistentes en el medio ambiente. Este paso de craqueo requiere altas temperaturas, lo que lo hace costoso, además de que consume mucha energía.
El nuevo modelo combina el paso de craqueo con un segundo proceso de reacción que completa inmediatamente la conversión a un combustible líquido similar a la gasolina sin subproductos no deseados. El segundo paso de reacción despliega lo que se conoce como catalizadores de alquilación.
Estos catalizadores proporcionan una reacción química utilizada actualmente por la industria del petróleo para mejorar el octanaje de la gasolina.
“Agrietarse solo para romper los enlaces da como resultado que se forme otro de forma descontrolada, y eso es un problema en otros enfoques”, señaló Oliver Y. Gutiérrez, autor del estudio y químico del PNNL. “La fórmula secreta aquí es que cuando rompes un vínculo en nuestro sistema, inmediatamente creas otro de manera específica que te brinda el producto final que deseas. Ese es también el secreto que permite esta conversión a baja temperatura”.
En su estudio, el equipo de investigación, codirigido por científicos de la Universidad Técnica de Munich (TUM), Alemania, señaló que existen desarrollos recientes separados de la industria del petróleo para comercializar la segunda parte del nuevo proceso de reciclaje.
«El hecho de que la industria haya implementado con éxito estos catalizadores de alquilación emergentes demuestra su naturaleza estable y robusta», puntualizó Johannes Lercher, autor principal del estudio, director del Instituto de Catálisis Integrada de PNNL y profesor de química en TUM. “Este estudio apunta a una nueva solución práctica para cerrar el ciclo del carbono para los desechos plásticos que está más cerca de implementarse que muchas otras propuestas”.
Hallazgos limitados
Los investigadores destacaron que existe una limitación en sus hallazgos. El proceso funciona para productos de Polietileno de Baja Densidad (LDPE, código de resina plástica n.° 4), como películas de plástico y botellas comprimibles, y productos de polipropileno (PP, código de resina plástica n.° 5) que normalmente no se recolectan en programas de reciclaje en los Estados Unidos.
En cambio, el Polietileno de Alta Densidad (HPDE, código de resina plástica n.º 2) requeriría un pretratamiento para permitir que el catalizador acceda a los enlaces que necesita romper.
Fuente: Ambiente Plástico